lunes, 18 de marzo de 2013

RECORTA2

"No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de soportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible
- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!

Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase,
tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos?
                   ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo
                             y sus miradas de pronóstico reservado?
                            ¡María Luisa era una verdadera pluma!
                             Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina,
                             volaba del comedor a la despensa.
                            Volando me preparaba el baño, la camisa.
                            Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
                           ¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando,
                            de algún paseo por los alrededores!"

Espantapájaros-Oliverio Girond.

 

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