"Siguió presionando mi mano con su pulgar. Con un gesto de la cabeza, hice ver que entendía. A pesar de mi edad, ya era lo suficientemente inteligente como para comprender que se refería a los blancos. Aunqe me seguía sintiendo miserable y sabía que era más bien fea , fue la primera vez en la que Constanitne se dirigío a mí como si fuera algo más que una niña de mamá blanca. Durante toda mi vida me habían dicho lo que tenía que pensar sobre política, sobre los negros, sobre el hecho de ser mujer… Pero con el pulgar de Constanitne apretándome la palma de la mano, me dí cuenta de que yo era libre para elegir en qué creer."
Mss. Skeeter.
Kathryn Stockett -Criadas y señoras
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