lunes, 21 de octubre de 2013



RECORTA2


" Estaba amarrada con correas de cuero en una estrecha litera de estructura de acero. El correaje le oprimía el tórax. Se hallaba boca arriba. Tenía las manos esposadas a la altura de los muslos.

Hacía mucho tiempo que había desistido de todo intento de soltarse. Se encontraba despierta pero con los ojos cerrados. Si los abriera, sólo vería oscuridad; la única luz existente era un tímido rayo que se filtraba por encima de la puerta. Tenía mal sabor de boca y ansiaba lavarse los dientes".

Stieg Larsson-La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina


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