RECORTA2
-¡Qué sensación más extraña!-
dijo Alicia-. Me debo estar encogiendo como un telescopio.
Y así era en efecto; ahora
medía sólo veinticinco centímetros, y su cara se iluminó de alegría al pensar
que tenía la talla adecuada para pasar por la puertecita y meterse en el
maravilloso jardín. Primero, no obstante, esperó unos minutos para ver si
seguía todavía disminuyendo de tamaño y esta posibilidad la puso un poco
nerviosa. “No vaya a consumirme del todo, como una vele”, se dijo para sus
adentros. “¿Qué sería de mí entonces?” E intentó imaginar qué ocurría con la
llama de una vela, cuando la vela estaba apagada, pues no podía recordar haber
visto nunca una cosa así.
Alicia en el País de las Maravillas- Lewis Carrol.
Uno de los primeros cuentos que leí..
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